Doblo mi pañuelo cuidadosamente
imprimiéndole un orden de marca
una falsa seguridad, un lugar de resguardo
una mentira de esas que te deja tranquilo
que lo deja tranquilo
doblo mi pañuelo cuidadosamente
para que ella no vea mi angustia
mi resfrío de palabras y amores
para que ella no vea y el mundo tampoco
y así dobladas, escondidas y pegoteadas de almas
mis penurias
se vuelven oscuridad de claustro
de muerte, de silencio, de adiós
(abrigadas y dobladas en la tela )
en el bolsillo trasero de mi pantalón.