miércoles, 28 de agosto de 2024

Te traje hoy






Orillando la ribera de tus piernas

alimentando rabiosos dedos 

casi inertertes , casi desnudos  

dedos que la imaginación provoca

dedos amontonados en la infinitud de una mano.


Orillando la ribera de tus piernas

mis dedos me interpelan 

reniegan de este hoy,

un hoy de piernas largas 

de fulgor incierto 

de ansias muchas.


¿Serán mis dedos los que hacen tus muslos?

¿Serán mis ganas las que dicen hoy?


Ya no lo sé, 

tus piernas cada vez más inciertas

piernas del lado de allá 

lejanas de mi orilla y tu orilla 

Inmarcesible recuerdo de 

de lo no dicho.


Orillando la ribera de tus piernas

te traje hoy 

llena de esta resolana tibia de invierno

a mi cuarto

a mi vida 

a la bóbeda de un sueño 

del que hoy 

no quiero despertar.








viernes, 16 de agosto de 2024

Preguntas










El mar se abre

rompe en una escollera de cuerpos tuyos

llenos de dudas.

El mar se cierra 

y es la libertad de tu pecho 

plagado de irremediable tibieza 

lo que alimenta mis ansias de saber de vos.

El mar inquiere a las aguas que lo forman 

a las ganas

a las desnudas memorias de los aguaceros que lo besan. 

El mar pregunta

Pésaj de agua y lágrimas 

sin niños

ni ganas de saber.


Y la curiosidad del mar 

lo condena a ir y venir a tu encuentro, 

a tu piel,

a tu sueños ya sin lunas

ya sin miedos

a tu cuerpo,

bendita respuesta  de Dios 

a mi pregunta

a mis dudas

a mi hambre,

pan ácimo que dejamos vos y yo sin leudar 

para poder escapar

de un amor que como el mar nunca deja de volver a llegar.







viernes, 9 de agosto de 2024

Peso muerto

 







Peso muerto,

tu pregunta atada a  una duda

difícil de cargar

de arrastrar por entremedio

de lodazales de respuestas sórdidas

de pasos inconclusos

de cuerpos que gritan a viva voz

la miserable vida,

la desnuda concepción del alma

echa a imagen y semejanza de Dios

Peso muerto,

el corazón vacío

la mirada lacónica

tu piel decepcionada


Peso muerto

tus ojos que me siguen 

posados en mis hombros

ya cansados de luchar.


Peso muerto 

ya no puedo, ni puede, ni quiere 

mi alma cargar.