No sé de la noche
ni del pájaro que sin ver el sol canta
rompiendo el canto en mi ventana.
Ni de su piel trigueña
ni sé de la nada, nada.
No sé de la falta
ni de su imagen soñada.
No sé cuando llegará mi muerte
ni el fin de la madrugada,
no lo sé.
Te extraño, y ya no importa nada,
necesito un abrazo
que le de calor a mi piel cansada.
Necesito el sueño
la vigilia
y dos manos enamoradas,
que se disputen mi alma
adivinando esta lluvia lejana.
EL JUEGO EN QUE ANDAMOS / Si me dieran a elegir, yo elegiría/ esta salud de saber que estamos muy enfermos,/ esta dicha de andar tan infelices./ Si me dieran a elegir, yo elegiría/ esta inocencia de no ser un inocente,/ esta pureza en que ando por impuro./ Si me dieran a elegir, yo elegiría/ este amor con que odio,/ esta esperanza que come panes desesperados./ Aquí pasa, señores,/ que me juego la muerte./JUAN GELMAN