La vecina me seduce por las tardes de paseo de
gato
sí lo pasea , con tanta rabia lo pasea
lo pasea como si fuera perro , pero es gato
cualquiera de estos días aprende a ladrar
cualquiera de estos días aprende a ladrar
lo pasea como si saliera a pasear su tristeza
lo ata y la ata bien fuerte del cuello y
su tristeza se ahoga
y su gato también
y su gato también
y se adivina cierta melancolía en sus ojos
y ella lo sabe
y el gato también
y el gato también
yo no sé por que mi vecina me seduce
y por que pasea al gato
y por que la melancolía suele adivinarse en
los ojos de los otros
será que de tanto ver, se termina prefiriendo
el recuerdo
aunque sea una porquería disfrazada de te quiero
será que mañana a los gatos se les va a dar
por pasear personas
y mi vecina ya no me seducirá
o será que yo creo que me seduce y lo único
que hace es pedirme auxilio
porque le aprieta la correa con la que la
pasea su gato
y yo no veo en el pedido de auxilio mi propio pedido de auxilio
y mi gato sé que no me pondrá la
correa,
será que el gato de la vecina es un gato
revolucionario
y mi gato es un pequeño burgués, que ni pasión
por las gatas siente
que no se defendió cuando lo castraron
y que se contenta con su alimento diario, sus paseos, su calor en esas noches de perro
que trajo el invierno pasado
y que se contenta con su alimento diario, sus paseos, su calor en esas noches de perro
que trajo el invierno pasado
y la gente dice que ésta es una vida de perros
, pero
parece que es de gatos nomas.
Estoy aburrido y no se que hacer,
dudo si salir a
pasear a mi gato, hacer la revolución, o ponerme a escribir.