Sentado
abrazado de sábanas profundas
sin miedo, sin esperanzas tampoco
sentado
al filo de la lástima
de la euforia, de la resignación
consumado el engaño solo queda tu imagen
y afuera, esa maldita luz
esa que no se cansa de atraer mariposas
y las ilusiona, les promete cielo y sol
les da calor
pero ante un descuido las calcina
es la dualidad de la luz, de tu luz
maldito fuego
maldito despertar y muerte
de una noche blanca que parece día
culpable de tus crímenes
culpable de tu luz
de tu fuego matador
vuela mariposa, huye.