No decidiré esta noche tus días
no romperé el récord de lanzamiento de manís por la ventana
no miraré la muerte en la televisión
ni moriré acurrucado en la esquina
no le ganaré al sueño la carrera
ni soñaremos futuros sueños juntos
no abrasaré tu árbol
ni plantaré mi árbol
ni construiré con mi árbol y tu árbol los cajones de la despedida
no se llenará mi beso de tu boca
ni la señora de al lado golpeará la pared
no serás entrada a mi cielo
ni despedida del trabajo
no me dolerá otra vez el pecho
ni los infartos formaran fila en el hospital
no volveré a prender un cigarrillo
ni a desearlo tanto como no desearlo
no encontraré el azul en tu mirada
ni en las plantas, ni en un recitado de tu alma
ni si quiera lloraré una pena, ni dos, ni miles de penas
nadie llora en la víspera
esta noche con mucho disimulo y con respeto
me sentaré en el cordón de la vereda
y por cinco minutos me pondré a vivir
yo vivo cada vez que puedo.
yo vivo cada vez que puedo.
Me gustó! la paz de los segundos tranquilos! un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias Juan, aunque no entiendo lo de "la paz de los segundos tranquilos ", igual , un abrazo
EliminarBonito poema, amigo! Te deje un premio en mi blog! Ya sabes, eres uno de mis poetas favoritos! Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias Sandra, realmente sos muy generosa conmigo, un beso niña
EliminarMe encanto mucho este poema, todos necesitamos esos segundos tranquilos para vivir, para ser libres y nosotros mismos, para vivir sin pensar en que pensaran los demas...
ResponderEliminarMuchas gracias Maria, es como decís, el ideal seria vivir siempre sin pensar que dicen o que piensan los demás, un beso niña
EliminarMuy bueno, Ruben!!!
ResponderEliminarA veces, necesitamos estar a solas con nosotros mismos.
Cariños....
Muchas gracias Oriana, un beso
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