y sopló el viento de la tarde de agosto
y el frío erizaba tus pezones
y mi calor y tu calor
y soñaste veranos
y tu piel se disfrazaba de mí,
escribí palabra y comiste de mi mano
y te desnudaste en silencios
te llenaste de aromas a canela
a café molido
a universo repleto de frutas maduras,
escribí conjuros y tus labios se desgarraron en los mios
húmedos y acallados gritos ensayó tu alma
y no me hizo falta escribir alma
y no me hizo falta escribir nada mas.
El poeta y su reflejo, versos que salen de lo profundo del alma.
ResponderEliminarPrecioso!!!
Cariños...
Muchas gracias Oriana, me alegra que te guste, un beso
EliminarUn poema muy sensual. Me gusto. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Sandra, un beso
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