Caminando entre los mojones de tu vida
cuidando no pisar tus sueños
dando pasos a medida
estirando las piernas a veces
o muriendo en la timidez de un paso en otras
se hizo de noche,
noche larga
y no tengo, ni lumbre, ni ganas, ni sueños
ya se hizo noche y vos ni siquiera amaneciste
intento abrir la oscuridad pero vuelve a formarse
vuelve a dibujarse en tu piel,
en los rayos que parecían sol
la insistencia de la noche es solo comparable a vos
y a tu palabra llena de lejanía
prendida al musgo de tu soledad
caminando entre los mojones de tu vida
es preciso tener que parar
sacudirse el polvo
y despedirse amablemente y con un beso.
Me gustó mucho este poema. Habla de una profunda tristeza, soledad y un final, pero a la vez transmite delicadeza y humanidad. Muchos saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Jimena, me alegro que te guste, no siempre los finales de los finales son como queremos, pero es la vida, un beso niña
EliminarSe siente.hasta se palpa,el abismo en que se encuentra quien, en algún lugar olvidado era luz...y la resignación de quien nada puede hacer.
ResponderEliminarMelancolía pura.
Cariños a vos.
Muchas gracias Sofia, es un placer que hayas captado la esencia, un beso niña
EliminarEstamos tan identificado en la descriptiva de tu expresion ,que te he agregado mi blog.
te sugiero que te integres tambien a http://www.elcomunicadorhispano.com, es un periodico
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obligacion como escritor y poeta de darle a conocer a todos de ese regalo.Muchos saludos.
Jenny de la Fuente.