sábado, 20 de julio de 2013

Tus manos





Entre tus tiempos y mis tiempos

la piedra  y la fuerza

y los pétalos vivos de un flor enferma

estaban tus manos

calladas, rigurosamente blancas

de uñas afiladas en sangre

en adioses de los puertos

manos que sabían ver en mi cuerpo,

que en tardes sofocantes de ardor y dolor

eran pájaros armando nidos en mí,

manos nacidas desde tu ser

de la suavidad de la caricia

manos fuertes de mujer débil

manos que lavaban mi cuerpo

manos que se desangraban en cruces diarias de pasión

manos de un adiós infinito.


2 comentarios:

  1. Me recuerda a algo de dijo Leopoldo Lugones: "La noche...Tus ojos...Un poco de Schumann...Y mis manos llenas de tu corazón".
    Muy bueno!!
    Cariños...


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    1. Muchas gracias Oriana, ya con que te recuerde algo de Lugones es todo un honor, un beso

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