martes, 13 de agosto de 2013

Al final de todo estás vos





Al final de tu camino, tu cuerpo

al final de la agonía, la lluvia

al final del día, un brindis por vos

terminás donde empieza mi desesperación

donde la carne se hace mujer

empezás al otro lado de mi mano

donde el aire tiene olor a vos,

sos vida naciendo en las migas de pan

en el mate cocido

en un grito de auxilio

sos remanso en tu pelo

en tus tardes a la vera del río,

te parecés tanto a la eternidad

como a la mujer del espejo

como a la nenita que juega en tus ojos,

sos mujer, deseo y tiempo

barro de creación

liturgia de una vida hecha sueños,

al final del poema, bares abiertos

al final del vaso, tus ojos

al final del viaje, la muerte.



8 comentarios:

  1. Me encanta como ves a la mujer más allá de lo que es visible para otros. Solamente los ojos de un enamorado puede apreciar todo eso.
    Un abrazo!

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    1. Muchas gracias Sandra, la mujer es mi debilidad más manifiesta jaja, de ella venimos y hacia ella vamos y hasta la muerte es mujer, un beso

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  2. Espléndido, Ruben...son unos versos preciosos. Un abrazote amigo.

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