jueves, 15 de agosto de 2013

Elegir un árbol




Elegir un árbol

quedarse con él 

interiorizarse de la cantidad de perros que lo mearon

(sí, los perros mean, ni orinan, ni hacen pis)

y si las promesas que le grabaron se cumplieron

tampoco es cuestión de cualquier cosa,

también si fue sombra en la mañana de ella,

saber si los inviernos se hacen nidos en los pájaros 

o lloran los vientos de la madrugada,

elegir un árbol 

acariciar sus aromas de árbol y las tardes de agosto

ser su canción

y sus hojas

y sus esperas,

inmóvil y ansioso,

desprender de tus vísceras sus raíces  

y soñar vuelos de verdes sueños,

elegirlo con sumo cuidado

con dedicación, 

elegir un árbol de manos francas

un árbol calladito, de esos que hablan poco

de buena madera diría la tía, 

pero sí, elegirlo uno

o ¿cuando amamos, mandamos a Juancito a elegirla a ella?

elegir un árbol como la vida misma,

o mejor, como la muerte misma, diría yo.

Una vez tomada la decisión, 

cortarlo

y con prisa

empezar a fabricar nuestro ataúd.   

4 comentarios:

  1. lo que mas me ha impactado ha sido el final .. al que todos llegamos..
    Cortarlo y empezar a fabricar nuestro ataud.
    Un saludo.

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    1. Por alguna razón siempre negamos la muerte , pero es parte de la vida, es el último pedazo de vida,un beso.

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  2. Realmente hermoso. Tendría que ser de los 80 o de los 10 elegidos. Muy lindo como nos fuiste llevando.."ser sus hojas, sus esperas..." hasta ser su muerte en la de uno. Bello.

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    1. Muchas gracias María, lo agregamos jaja, es un honor para mí que a vos te guste, te dejo un beso.

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