sábado, 21 de septiembre de 2013

Sembrar la tarde





Me puse a sembrar papas

removí la tierra

y pensé la lluvia

me puse a sembrar papas

y temblé de ganas en el aire de tus tardes

me llené las manos de vida

y los ojos se cubrieron de cielo

los míos y los que solían estar llenos de mí

me puse a sembrar papas

y pensé en bailar

en besar y regar la tierra de sol

de ideas, de vertientes de vos

me puse a sembrar papas

y lloré desnudo como un niño

abrazado a  viejas plegarias

me bañe de tierra y de sueños

me puse a sembrar papas

mi asada rompía opresiones

cascotes y una vieja maldición

me puse a sembrar papas

también sembré mi pies

me soñé con alas

y tragué saliva

me puse a sembrar papas

en esta tarde llena de vida y de ruegos.



4 comentarios:

  1. Tristeza con sabor a esperanza, muy bueno!!
    Llorar, sí; pero llorar de pie, trabajando; vale más sembrar una cosecha que llorar por lo que se perdió.
    Cariños...

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    1. Muchas gracias, Oriana, es como decís , es el ciclo de la vida, es la esperanza y sobre todo es la dignidad del dolor, un beso niña.

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  2. Es un poema triste, pero creo que reflecta el dolor de la mayoría de nosotros.Importante es seguir "soñandonos con alas". Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Sandra y me gusta que rescates el tema de las alas, sigamos rescatando las alas, un beso.

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