Recoger mis lágrimas de tu suelo
tus lamentos del calor de la tarde
recogerle el pelo al día
y las caricias a esta noche tibia
recoger de a una las palabras
las pasiones y la charla
recoger el mantel de la mesa junto a tu mirada
recoger la esperanza y tus manos blancas
los destellos de tu risa que se cayeron ayer a la mañana
recoger los sueños anidados en tu piel
y los besos que arañan el colchón y tu alma
recogerte a vos de la ilusión
y hacer de la caída la nada
recogerme a mi de la ilusión
y hacer de la caída otra nada
recogernos del abismo que cavamos
de la pasión que abandonamos
de tus labios y los míos ardiendo perdones
recogernos de nosotros mismo
temerosos y de madrugada.
Hay quienes quieres escribir poesía, hay quienes pueden. Tú vas entre los segundos.
ResponderEliminarDejé en mi blog un link al tuyo. Disfruto la lectura acá, es todo.
Saludos.
Muchas gracias por el reconocimiento que me hiciste en tu blog, es un honor para mí, un beso niña.
EliminarHay quienes pueden y no quieren por haber hay pa todos y patadas Un saludo no es para ti reúnen es respuesta al anterior comentario sin mala intención no busco amigos pero menos busco enemigos
ResponderEliminarUn saludo Extraña para vos también, igual no entiendo muy bien tu comentario en alusión al comentario anterior, es muy halagador, pero bueno, un beso niña.
EliminarQué bonito eso de siempre seguir de pie y poder "recogernos de nosotros mismos...aunque temerosos y de madrugada". ¡Hermoso!
ResponderEliminarMuchas gracias Jimena, me alegra que te guste, un beso niña.
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