Un mantel
un vino hecho milagro
y las ruinas de una noche ya lejana
una mañana
el sol blanqueando las culpas
y los vestigios de un beso desparramándose en el cuello
un ánima
tu yo desnudo en mí inconsciente
y la sensación de haber muerto en cada segundo de tu piel
un cielo
los celestes mojados en el aire
y ya no quiero jugar más.
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