Un hombre solo
es la esencia del hombre
un hombre solo, termina en su piel, en sus ganas
en la forma en que nombra la vida
y vive en él
da por tal la existencia, soñándose, masturbándose,
diciendo en voz baja la cantidad de nombres
que se puede inventar en el instante de ser
un hombre solo, aprende a contar sueños en lugar de ovejas
y se levanta por las noches a ser pájaro
y duerme mañanas a la mañana
un hombre solo dice juan y es Juan
amasando el pan, la vida
y la poesía
un hombre solo
teje los olores y los colores del cuarto
surca sangres en venas dormidas
y puede decidir en donde y en que lugar
se decretará el invierno en su vida
un hombre solo
materializa libertad con solo estirar sus brazos
crepita él también en viejos troncos secos
de árboles añejos, tan achacosos como él
ese hombre solo
un día, un segundo antes
"des-soñó" sus sábanas, preparó el mate
abrió la puerta de su casa
y se hizo horizonte, allá
donde ella solía mirar.
Hola, poeta!... ¡Cuanta soledad!... Muy sentido, lo suyo... ¡lindo poema!... Con olor a vida... Bueno, me voy, pero no le preguntaré por la puerta, ja ja . ¡Es terrible! ¡No estaba!... ja ja Un abrazo de horizontes y mates espumosos...
ResponderEliminarJajaja que rico un mate espumoso, la arranqué la puerta jaaja no sea cosa que se cierre sola, un beso niña, gracias por andar siempre por ahí.
EliminarGeniales versos en su conjunto Rubén. La última estrofa me ha encantado, es bellísima.
EliminarAbrazo gigante mi querido genio.
Muchas gracias Marina, como siempre tan generosa, un gran abrazo amiga.
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