viernes, 30 de mayo de 2014

Llovizna de otoño







Las almas de Dios transpiran en la calle

y es gris

y es frío,

las ganas de Dios lloran en la calle

y es triste

y dan ganas de correr

y el cielo te acaricia y te arropa de nubes grises,

las tardes de Dios se ven por las ventanas

algunas entornadas

otras hechas calor en los mates compartidos,

la noche del apuro sale casi desnuda a la calle

adentro dios es de un color cálido

acá afuera corta el gris de los ojos de dios

y es la llovizna

y es la melancolía

que va a parar a un montón de hojas que dejó el barrendero

olvidadas y llenas de adiós, muriéndose de a poco

en la esquina de casa.



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