miércoles, 18 de junio de 2014

La miró











Le dijo que se quedara y la miró, puso un tango, la miró, le pidió que se quedara y la miró, le preguntó si se iba a quedar, la miró y soñó con que se quedara , la miró, le preparó el alma y la miró, le anidó los brazos y la miró, le dibujó algo parecido a su alma en un papel y la miró, se lustró los zapatos, la miró y se puso su mejor traje, la miró, hasta el moño ese que usaba los domingos se puso y la miró, tomó un vaso de agua, la miró, tomó otro, la miró y se rascó la cabeza, la miró, la miró a los ojos y estiró el alma, la miró, tembló de miedo y la miró, juntó las dudas que se habían caído de la mesa por el viento y la miró, cerró las ventanas, la miró, cerró los ojos y ella se fue.












2 comentarios:

  1. Lo miré y mi alma también se estiro.

    Saludos

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    Respuestas
    1. Es que cuando hay amor, el alma suele andar por ahí estirándose hacia el otro, es una ventaja que tiene el alma por ser alma, un abrazo Nel.

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