Las voces se llenan de gritos
allá, a lo lejos
las voces no saben de las almas
son voces
así como sueltas, distraídas, huérfanas
las voces se llenan de gritos
no saben como susurrar
como acariciar un cuerpo
tu rostro
el canasto del pan
las voces, son voces exógenas
nacidas en la desgana de otros
en la angustia de otros
las voces me gritan
me marcan las puertas del infierno
y ahora dudo si entrar o no entrar
las voces se llenan de gritos
solo un milagro las puede callar.
Entrar, solo queda entrar.
Un hermoso poema Calleja, muy bueno, las voces exógenas se llenan de gritos, voces que quedan sin ser escuchadas y que son de pronto audibles en las que hay que entrar. La idea, mutatis mutandi recuerda cuando uno lo lee por primera vez, el infierno de la Divina Comedia de Dante. Voces sólo audibles para quienes como el poeta y como Virgilio han ingresado al averno. Muy buen poema.
ResponderEliminarMuchas gracias Amilcar, por tus comentarios, por el lugar que nos brindas a todos los que intentamos escribir algo, sos muy generoso y como te dije el comentario anterior, son más lindos tus comentarios que mis poemas jaja, un abrazo.
Eliminar"Solo un milagro las puede callar", cierto, pero el "solo queda entrar" no se si es la unica solucion, resolucion. Diria que no. Saludos cordiales. Estoy empezando a leer tu blog, Ruben, me esta gustando tu poesia. Saludos
ResponderEliminarYo tampoco sé si es la única solución en realidad, a medida que avanzo en esta vida, son cada vez más las dudas jaja cada vez es más lo que necesito saber, pero a veces en infierno se muestra y te invita a entrar y otras veces te agarra del cuello y te mete dentro de él jaja, espero tenerte seguido por acá, es un honor, un abrazo.
Eliminar