pedazos tuyos fueron madrugada
aya a lo lejos
tu sexo, tu ayer
de tanto pensarte
tu voz resonó en el aire
soñaste en la silla de al lado
de tanto pensarte
cerramos los ojos en el deseo
y el alma rebotaba en los huesos
entre arrabales de sueños
y besos dados en voz baja
de tanto pensarte
en un instante, en un ahora, en un momento
fui feliz.
precioso...un abrazo Ruben
ResponderEliminarMuchas gracias Marina, siempre tan amable, un abrazo.
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