La tarde arropa mi cama y mi cama a mí
sin saber que la vida
anda en bicicleta por la vereda
y es ella
la que en estas atormentadas tardes de invierno
golpea la ventana
y golpea hasta que le sangran los mañanas
la vida es insistente
se empeña en que sea ella
y no otra
la que un día te va a matar,
pero mientras tanto
le gusta joder
por algo es la vida y no el vida
la tarde piensa en ella
yo ya no
me mete su risa entre las sabanas, entre las piernas
y lo que iba a ser mi siesta
de un recuerdo en otro
se desmadró
la siesta debería venir con seguro de sueño
compañías de seguros !!aseguren las siestas!!
ya no se puede estar tranquilo ni en tu propia siesta
a la tarde uno la quiere retener
y es arena y es dolor filtrándose entre los nudillos del tiempo,
la tarde se parece a la vida y a ella,
si yo sabía que hoy no podría dormir
¿para que yazgo,para que intento lo imposible?
mejor me levanto
y me voy a andar en bicicleta.
Que jodido es cuando morfeo esta por hacer la puñeta ehhh...jajaja, entretenido escrito, Ruben. Me gustó. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias niña, la siesta es la siesta jaja con eso no se juega jajaj, un abrazo.
EliminarSe arruga el alma ... al leerte
ResponderEliminarserá que mis tardes son masculinas y muerden los silencios
Que linda imagen esa del alma arrugada, gracias por pasar por el blog y por contarte los seguidores, un gran abrazo.
EliminarSe me da muy bien l poema, amigo.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias José.
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