Doña María apoya su alma en la silla
como todas las nostalgias a esta hora
y se sienta a esperar
espera en la calle, en mi puerta
aunque yo creo que espera en todas las puertas
doña María es muchas arrugas
es angustia que mira
es una copa de vino
y muchas ganas de llorar
es la noche criándose en el aire de mi cuadra
Doña María apoya su alma en la silla
como todas las nostalgias a esta hora
y se sienta a esperar
espera el día, pero lo espera desde que es día
para mí que esconde la espera en la espera
sabe que ya no volverá
pero igual espera
es que nunca nadie le dijo nada
pero hoy vino otra mujer
se miraron, se explicaron la nostalgia
y le preguntó el nombre
Doña María dijo
y las dos apoyaron sus almas en las sillas
como todas las nostalgias a esta hora
y se sentaron a esperar
sin saber que, sin saber donde
estirando sus sueños, un milagro
sus manos esperan, sus plegarias esperan,
hoy llegó otra mujer
buenas tardes dijo mi nombre es Doña María
acercó otra vida y apoyaron sus almas en las sillas
como todas las nostalgias a esta hora
y se sentaron a esperar
y así la vida y el patio
ya son treinta las mujeres
hermanadas en la soledad
no hay nada peor que esperar, sin saber, sin querer
el tiempo sabe que cuanto más las visite, más las matará
y siguen llegando mujeres y vergüenzas
y mucho pueblo acobardado
siguen llegando y se sientan a esperar
hoy llegó la número cuarenta y tres
yo soy Doña María dijo
el odio se miró a los ojos
tomó la última silla, apoyó su alma
como todas las nostalgias a esta hora
y se sentaron a esperar.
A un año de la desaparición de los 43 estudiantes, México aún espera, aún se pregunta que pasó con ellos, que pasó en Ayotzinapa, a donde están. "Vivos se los llevaron, vivos los queremos"