Llega la tarde cuando a veces todavía es de mañana
mis días están mezclados
desorganizados,
mis días desangran los amaneceres
de un violeta de extrema unción
como de un rojo abarrotado de pasión
de un blanco puro y prístino
hasta la osadía de preludiar un arcoiris desteñido
todos tienen un color,
y todos llenos de tu rostro eso sí
por eso no me voy
como irme de mis días si están tus ojos
como irme de mis días
si aunque sea por un instante
cada día tiene tu color
y yo no sé que color es tu color
no me importa
tu color se siente no se ve
tu color te abraza con miles de brazos
y te besa el cuello
tu color es la naturaleza dejándose vivir
es el perfume de tu sexo
tu color resplandece en plena madrugada
o a la tarde o a la mañana
resplandece
tu color explota
hasta en ese temerario ascensor enlatado y gris
tu color es un color de manos amamantando una caricia
es la tibieza susurrante de tu palabra en mi oído
tu color me hace cosquillas
y aunque no lo creas organiza mis días
los pone uno detrás del otro
así en fila, tomando distancia
organiza mis días
y es vitral de un tiempo lleno de deseo
mis días están mezclados
desorganizados
es que se desesperan por verte
todos y cada uno de ellos
mis días saben decir tu nombre y tu color
y dicen semana
y dicen vida
mis días viven en tu boca, en tu piel, en tu olor
y a la vuelta de casa,
dejando la cama, se ponen los lentes y el sombrero
y pasan despacio
hasta milagrear la tarde en tu rostro.