Orillando la ribera de tus piernas
alimentando rabiosos dedos
casi inertertes , casi desnudos
dedos que la imaginación provoca
dedos amontonados en la infinitud de una mano.
Orillando la ribera de tus piernas
mis dedos me interpelan
reniegan de este hoy,
un hoy de piernas largas
de fulgor incierto
de ansias muchas.
¿Serán mis dedos los que hacen tus muslos?
¿Serán mis ganas las que dicen hoy?
Ya no lo sé,
tus piernas cada vez más inciertas
piernas del lado de allá
lejanas de mi orilla y tu orilla
Inmarcesible recuerdo de
de lo no dicho.
Orillando la ribera de tus piernas
te traje hoy
llena de esta resolana tibia de invierno
a mi cuarto
a mi vida
a la bóbeda de un sueño
del que hoy
no quiero despertar.