"pobre del que necesita oídos para escuchar música"
El hombre intercambia pieles
se viste en sensaciones
y con los ojos llenos de sonrisas
ríe sobre la piel recién calzada de una mujer
una piel vomitada de noche
evolucionada en sueño,
las pieles son universos que vibran con uno
y que despacito y al oído te cuentan del ayer
te llaman besos
te estremecen en el calor de otra piel
y no les importa cuanto esté sufriendo o gozando uno
son ellas,
son mortajas de vidas pasadas
de viejas ilusiones
son la puerta de entrada al paraíso o al infierno de cada uno
la piel es parte de la música
¿que se inventó primero? ¿la piel o la música?
la piel de él se disuelve lentamente en el alma de ella
y la alimenta y liba su esencia de mujer
y las pieles ayunan silencios desesperados en la traición del compás
y hay ojos
y hay manos
y la espalda estalla en vertebras azules,
ella sueña y él también.