Abismado en mi odio
casi me caigo en tus pechos
los que me diste ayer
esos dulces y sencillos
mi odio sabe las letras de tu cielo y tu nombre
las repite en voz baja
no le gusta despertarme en medio de la madrugada
mi odio es un odio educado
dice luna y se saca el sombrero
dice mujer y mira para otro lado
no te mira
sabe de lo que sos capaz
de tu piel hecha ardor en plena madrugada
de la exultante negrura de tus ojos
aunque de cerca ni negros sean
y de los apalabrados fandangos de tu alma
mira para otro lado y te odia
hasta mi odio te odia, sí
¿para que se abre el cielo entre las piernas y el alma de una mujer?
o entre los brazos de una mujer
si yo era un alma inocua
y era el mundo inocuo conmigo
no lloraba, debo reconocer que no reía tampoco
que me había visto morir y resucitar en una tarde de invierno
y andaba por los arrabales de Dios jugando a la bolita y escribiendo
no molestaba
habitaba los silencios agudos de un destierro,
pero tenías que insistir
y jugar con un fuego tan maravilloso como absurdo
y lógico, el que se quemó fui yo
ay amor !! cuanto te odio
en este momento se me escapa el odio por entre las piernas
de mi sexo sale odio
y en mitad de mi cabeza
toca los tambores de viejas despedidas
y es retoño de un diablo rojo de vergüenza
mis manos ya casi dormidas no quieren soñar con vos
tienen miedo
tienen miedo de traicionarme, de traicionarse
y gritar milagros de vos
ay amor !! cuanto te odio
en esta entera necesidad de tu ayer.