Llueve.
tanto llueve que te
soñé,
te transparentabas en
el manto de agua que aparecía en el horizonte.
Esta tarde no deja de llover,
la lluvia suplica que salgas a decolorar los adioses
como hacías con los manteles.
Las gotas tienen forma de mujer, de cada una de las mujeres
del mundo
y de vos.
El patio empezó sin querer a oler al jazmín que murió el año
pasado,
los olores y las muertes, se acurrucan en el corazón
esperando que la lluvia los llame a jugar,
no siempre salen, pero esta tarde, el sagrado ruego
pidió perdón.
Llueve
será que las almas a
veces, no tienen los pilotos adecuados
o simplemente están solícitas por competirle a la lluvia,
lágrimas rebeldes que se les escapan a dios,
llueve.
La espera se vio recompensada con tanto amor.