Azúcar negra

Bailando como loca la palabra se desmayó en el perdón,

los sueños de ella la quisieron conjurar,

pero la noche robó los deseos que la alimentaban.

Los músicos fueron enfundando sus ilusiones con asombrosas maniobras, 

y no la dejaron estallar de rabia. 

Los sueños de él  no le tuvieron piedad, 

sus pesares se refugiaron en la humedad de la pared 

mientras no entraban silencios ni pausas en los libretos 

pequeños rastros de azúcar intentaron un final más delicado

pero no, el amor ya era hormiga,

lentamente empezaron a aparecer soledades, penumbras, desdichas,

el primer golpe, eso que ellos llamaban amor,

pero no, el amor ya era hormiga 

los pequeños rastros de azúcar se fueron estremeciendo, y 

todo terminó lleno de hormigas,

hormigas que hicieron del azúcar 

azúcar  negra.