Niño de cemento y lluvia

Entre gritos, miserias y chocolatines

dudaste si llorar o rezar por lo que nunca tuviste y tenías miedo de perder 

comparsas de sueños se metían en la tarde por la sonrisa del ajeno

ni un ruego,  ni una caricia

ni razones para despertar de las profundidades de la  vida

nada.

Sólo cemento y lluvia tus padres,

tus alegrías, tus esperanzas, tus desencuentros, tus penas, 

la distancia no la fabricabas vos, 

eran canciones mal cantadas por ellos y dichas en voz baja 

el amor,  hace de tantas irrealidades una realidad 

viaja a través del tiempo soñando manzanares provocantes,

¿como juzgar el valor que se desprende del pubis  de ella?

si es lo único que no se parece al cemento mojado,

a esos amaneceres que desesperadamente llegan y 

marcan el comienzo y fin  de la tragedia.

Un rayo de luz te aleja de mí, te ata a la ilusión y te convierte en un   

niño de cemento y lluvia.