domingo, 23 de diciembre de 2012

El sueño



El sueño le sonrió, acarició su rostro y la sacó a bailar,

la música se enroscaba en su pollera bebiendo de la noche 

la sexualidad del momento.

Vivía del aire su pañuelo, nacido de la ternura de su mano y 

poco a poco la cadencia se estremecía en el medio de la plegaria del alma. 

En seducción trataba de convertir la eternidad en sueño.

Ella parecía saber lo que pasaba y le sonreía al destino 

decidiendo poner  en juego todo su pasado.

En su pelo negro iban a descansar las luciérnagas que se cansaban de la noche y 

ella hacía con sus pies en el  patio de tierra , el mapa de su futuro.

Sin saber el sueño que después de esa noche no volvería a dormir 

rompió en arpegios de luces la noche tibia.

En la altanería que le daban los tiempos inmemoriales descansaba lleno de soberbia,

Ignorante del poder que tenia en frente.

Ella le tomó la mano, lo rodeó con su pañuelo, y en el más maravilloso acto de amor 

logró meterlo dentro de su piel 

extasiado y prisionero el sueño decidió vivir para siempre en ella.



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