martes, 25 de diciembre de 2012

Otoño




Saboreando mi huida tronó su corazón de hoja seca. 

no fue feliz, no fue inmortal,
 
tan solo fue tempestad en el medio de vivir.

Soñando ocres dibujó silencios, 

engañosos silencios, suicidas silencios, 

silencios melancólicos, silencios rojos de vergüenza 

silencios de mí, silencios fuera de lugar.  

Envidia al  viento que se cree gigante 

soberbia manera de llorar lo amado.

Entre bailes de difuntos las cenizas tiñen de negro la verdad 

cenizas de olvido, de gris melancólico, 

cenizas sin nombre

cenizas sin memoria de ser árbol.

Saboreando mi huida tronó su corazón de hoja seca. 







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