Saboreando mi huida tronó su corazón de hoja seca.
no fue feliz, no fue inmortal,
tan solo fue tempestad en el medio de vivir.
Soñando ocres dibujó silencios,
engañosos silencios, suicidas silencios,
silencios melancólicos, silencios rojos de vergüenza
silencios de mí, silencios fuera de lugar.
Envidia al viento que
se cree gigante
soberbia manera de llorar lo amado.
Entre bailes de difuntos las cenizas tiñen de negro la
verdad
cenizas de olvido, de gris melancólico,
cenizas sin nombre
cenizas sin memoria de ser árbol.
Saboreando mi huida tronó su corazón de hoja seca.
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