miércoles, 16 de enero de 2013

Despedida




En el umbral del resplandor,  se oyó titubear a tu alma.

La tarde  afilaba sus pensamientos en la piedra de la desilusión y

evolucionaba en  la bisectriz del sueño que un día tuviste.

La confluencia de fuerzas sonaba tristemente en el viejo violín y

el atardecer rojo de ese otoño se deshizo en pequeños pies de escarcha

pies desangrados, pies que no podían indicar un camino

no sabían para que lado era adelante.

El camino suele desnudarse de viajeros en el momento de la eterna concupiscencia y

 el amor se desparrama en miles de pedacitos de asfalto.

Es difícil huir cuando aquello de lo que se huye, esta recubierto con tu piel y

tiene tu olor impregnado en la tibieza de un abrazo ,

pero el destino es huérfano de razones .

Fue un puñal azul en el marrón de la tarde y

ni siquiera lloraste un poco.



2 comentarios:

  1. de las que he leido para mi la que mas me ha impactado.bella, muy bella.

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    1. muchas gracias, es un poema un tanto duro es verdad, besos

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