El amanecer ofició de réquiem de mi amada noche.
Noche que en su destino final de noche
atolondradamente se
deja tocar los pechos.
Noche sin medias de red, sin llamados de nimias verdades.
Noche que sabe renegar de grandes oraciones,
de razonamientos,
del imperio que quiere instaurar tu día .
Tu día suele no ser,
suele caminar rápido y esconderse de la maravilla,
suele encariñarse con los diarios y tratar de usted a las
palabras,
suele gustarle sacar cuentas,
no se sienta en la plaza.
Tu día cierra las puertas con llave
y no se toma un pedacito de eternidad
para soñar con mi noche.
Noche de cosquillas en los pies,
noche que sabe que va a morir mañana
y no intenta revoluciones,
noche que mira tu día, le extiende la mano y lo invita a
pasear,
sin importarle cerrar los ojos y
recostarse sobre la
hendija de la ventana
a escuchar su propio
réquiem.
Indudablemente prefiero tu noche a su día.Cierto que por las noches el alma traspasa las aduanas, todas las fronteras que se hacen en el día para cerrar nuestros ojos y tenernos confinados en la noche.Y que ella de buen agrado guia.Bss
ResponderEliminargracias por tus comentarios , tan o mas lindos que lo que comentan, un beso
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