El vino atravesaba la memoria del valle,
los yuyos del camino
se afanaban en rasguños para
mis pies y tu alma.
El presente borracho por la idea de ser recuerdo
lloraba sobre el pecho de ese último atardecer,
el color noche de a poco se entregaba a ser montes,
espinillos, lamentos de pájaros llenos de miedo,
miedo como el de tu cielo, enmudecido en tu boca
sonrisa forzada por la fugacidad
de la broma.
El olor a despedida y a futuro
se llenaba de incertidumbre y abismo,
de quieto perfume a tierra,
de abrazos y bendiciones,
de besos cargados de tristeza.
Y poco a poco
la lejanía desparramándose en el vidrio de atrás del coche.
Me dio dolor a muerte, que triste debiste sentirte...
ResponderEliminarMe encanto como siempre y la musica que pusiste.Maravillosa.
muchas gracias, siempre presente, me voy a mal acostumbrar jaja, gracias por tus palabras, me encanto la expresión "me dio dolor a muerte"
EliminarQue duro es decir adios Ruben, aunque solo quién ama es profundidad sabe cuando llega la despedida, mi admiración, besos.
ResponderEliminarmuchas gracias por tus conceptos, besos
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