Hacia tus pechos vírgenes de vida.
Hacia el interior de tu mirada.
Hacia el dolor amortiguado,
por la fuerza que
hace tu distancia tratando de navegar en contracorriente.
Hacia los azules que dibuja el frío en la ventana del bar.
Hacia las fragancias desparramadas de los sueños que
perdiste.
Hacia ese lado intento que naufraguen los cuentos de mi alma
y
se pongan a gritar las verdades de tu piel.
Hacia un horizonte traspapelado en líneas de rojo oscuro.
Hacia la incertidumbre de las caricias atormentadas de visiones.
Hacia los descansos dulces de arrepentidas escaleras
que no saben donde queda el cielo.
Hacia las despedidas que acarician tus mentiras,
mentiras de pan rallado y mermelada,
mentiras de todos los días,
mentiras vestidas de entre-casa,
mentiras que de tan simple y tan pueriles
terminan por,
una mañana de escarcha,
deshacernos entre
tostadas y café con leche.
Es de lo mas romántico a pesar de ese melodramático desayuno.Uno ha de meterse en la cabeza del poeta a veces para saber que quiere contar, pero contigo no hace falta, ya de por si tus palabras son baile en las mentes de quienes te leen.Al menos en la mía... Bss
ResponderEliminarMuchas gracias siempre con palabras tan bonitas, realmente me levanta el espíritu tus dichos, gracias por lo de poeta jaja , besos
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