Entre restos de soledades tirados al piso
y migajas de pan
los gorriones se disputan la venida del invierno y los bordes de mi patio
llegan de alas raídas
de ilusiones de ser
llegan oliendo a tristeza
se bañan en los charcos que deja un tango
y a cada salto se escapan de la noche
se escapan de la maldad
de los gritos de mañana
no saben de jaulas ni de tu sonrisa
respiran a libertad y a cielo abierto
por eso en un costado de vida les dejo algo que comer,
un sueño que los abrigue y un poco de chicha también
siempre espero que sea la Shulujchi
y entre caricias y sonrisas
ver como se hace nuevamente mujer.
Me ha gustado mucho este nuevo estilo en tu poesía: el amor ligado a la Naturaleza. Saludos cordiales.
ResponderEliminarMuchas gracias Teresa, no sé si lo llamaría nuevo estilo jaja, no sé si es que tengo un estilo , es como mucho, pero de todos modos gracias igual, un abrazo.
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