martes, 28 de enero de 2014

Y subo las escaleras






Y subo las escaleras

esas de ahí

a las que ni baranda le dejaron

escaleras esqueléticas

que llaman al cielo con los ojos cerrados

escaleras que creen que van para arriba

siempre creen subir

y a veces de golpes hacen más viejos sus escalones

y bajan, como suelen morir las escaleras

bajando

bajando a infiernos sin círculos

infiernos sin tu rostro

sin la dulcinea que inventamos día a día

infiernos que ni el Dante imaginó

y subo las escaleras

esas de ahí

las que se largan a llorar en los descansos

en los días sin sol

en tus piernas suaves y abiertas

con su memoria intacta y desafiante (las escaleras)

¿como vive una escalera sin poder desafiar?

si nace desafiando, nace como nosotros

sabiendo que va a morir

y desafía a la vida y a la gravedad

y desafía tus fuerzas, tus ganas, tu viaje

desafía el poder llegar

y subo las escaleras

esas de ahí

pero hoy subo las escaleras

solo por querer subir.





4 comentarios:

  1. ¡Hola, poeta! ¡Qué lindo eso que escribió!... El fondo de toda la cuestión, subyuga... Le dejo un abrazo sin barandas, al pie del escalón más alto, allá desde donde la caída libre sería para aprender que tenemos alas, o estrellarnos...Amigo: un beso y cuídese que lo quiero.

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    1. Muchas gracias María Inés, siempre con palabras hermosas, es verdad lo de nuestras alas, a veces lo olvidamos, un beso niña.

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  2. Un poema muy lindo, echaba de menos leerte! Espero que solo encuentres escaleras que te suben adonde quieras llegar. Aunque cierto es que incluso las escaleras son efimeras por eso hay que saber subir cuando tienes la oportunidad y no tener miedo de la altura. Un abrazo fuerte!

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  3. Hola Sandra, me alegro verte por acá, y es verdad a veces el miedo paraliza, un beso niña.

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