Escucha tu canto la noche enamorada,
abrigados de Dios
tus ojos ven mi suerte
y me llaman,
seducidos llegan los amores del aire
en pequeña serenata mortuoria
a la trampa que el amor hilvana,
el hambre amasa las palabras
que tu sueño extraña
y en tus plumas mi corazón descansa,
escucha tu canto la noche enamorada
sabiendo que la muerte acecha y ama,
sucumbiendo ante tu encanto
los pájaros del adiós su porvenir regalan.
EL CABURÉ... con su magnetismo se ha ganado fama al echar su grito al viento , hechizando a los pájaros que no pueden huir de él y alcanzan la muerte en las frondas de los árboles... También dicen que quien conserve una plumita de caburé, será correspondido por la más esquiva de las hermosas...
ResponderEliminarMi querido poeta... ¡bello tu poema!... Un abrazo inmenso...
Muchas gracias niña, hicimos los deberes jaja bien ahí, te sumo que es muy parecido a una lechuza y la comunidad Toba suele fabricar lechuzas y caburés en cerámicas muy bonitas de hecho yo tengo 4 que me miran desde arriba del cpu jajaj, un abrazo grande para vos también.
EliminarComo sus alas que en ciernes quieren atrapar la vida misma, coquetean en la noche, quien cómplice hace que se miren y se piensan, la muerte ya no le es ajena, sino pasiva compañera..Un abrazo, me encanto..
ResponderEliminarLa muerte como pasiva compañera, es la más románticas de las formas de la muerte, muchas gracias niña, un abrazo.
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