viernes, 7 de marzo de 2014

Sus manos







Sus manos

final del alma que resucita en la caricia

manos que hablan de cielos

que iluminan los días debajo del puente

y se niegan a rezar arrugadas de vida, de frió y tiempo

temblando en las noches de un cuerpo ya cansado de llorar

manos limpias de manos, de piel

de domingos en familia

manos que saben que dos son una

y una es camino de pedregal,

manos abiertas al calor de la fragua

de viejas herrerías sordas de cinceles

donde la nada implica no pensar,

manos de sabiduría y olor a calle

que le roban música a los gorriones

y que solo miran pasar, la vida ajena

y las ganas de llorar.



2 comentarios:

  1. "Manos que saben que dos son una y una es camino de pedregal"... ¡Qué cosas dice usted, poeta!..
    Me quedo y lo abrazo, amigo. Siempre es grato leerlo a usted...

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