Abrió la ventana, entró ella, un poema de
Gelman, el viento y todo lo que puede entrar por una ventana, desde un pajarito
a un elefante, convengamos que es raro lo del elefante, pero la ventana es grande, tan grande como su amor, como sus manos, y un poco más chica que sus
dudas, siempre
tuvo dudas, sobre el universo, sobre Dios, sobre que entraría por
su ventana abierta un día de invierno, sobre ella, siempre tuvo dudas, abrió la
ventana, sintió el frío en la cara, levantó el teléfono y llamó
__Hola ¿con las abuelas de plaza de mayo?
maravillosa ventana que puede entrar cualquier cosa hemosa ¡ gracias mi buen amigo,ruben
ResponderEliminarMuchas gracias Victoria, sos muy amable, un abrazo.
EliminarWow que hermoso pasaje ....
ResponderEliminarMuchas gracias niña, un abrazo.
EliminarMuy bien me resulta, amigo. Estupendo!
ResponderEliminarAbrazo
Gracias amigo.
EliminarPrecioso y sutil mensaje, Rubén. Aquella llamada telefónica fue la ventana por la que escaparía en busca de la verdad.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Es una verdad que nos duele a 40.000.000 de argentinos. saludos.
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