Que raros son los abrazos,
esta mañana me abrazó uno tuyo,
irrefrenable sensación de querer estrangular el tiempo
y edificar entre tu cuello y tu ombligo un nuevo sueño
tenía tus ojos, lo enrevesado de tu pelo, pero no te tenía a vos
que raros son los abrazos,
yo a los que vienen en tu nombre los dejo entrar, les sirvo café,
a veces se los doy frío, a ellos mucho no les importa
que raro son los abrazos
es la dualidad queriendo, siendo unísono
con el que vino esta mañana hablamos mucho
me decía las cosas sin dejar de abrazarme
era tuyo, tenía tu boca, tus manos tenues,
pero le faltabas vos,
no sé
no hay peor abrazo que un abrazo tuyo sin vos
a veces dejo el alma secándose en la vereda
y me acuerdo de cuando pasabas y la tendías de alguna reja
se lo comentaba a tu abrazo
se lo decía al oído, le murmuraba el ayer
que raros son los abrazos
a tu abrazo, el de hoy,
lo acaricié, lo miré fijo a los ojos,le adiviné los labios
y yo sé que no es lo mismo que si estuvieras vos en él
pero me entregué así como estaba
desnudo, lleno de lágrimas y hecho un bollito
y lo abracé fuerte fuerte
como si todavía me quedara mucha muerte por morir.
Que raros cuando de ellos siempre querés más.
ResponderEliminarSaludos
Siempre un busca más del abrazo, siempre queremos más, muchas gracias niña, un saludos
EliminarRubén, me ha encantado tu poema. Tienes razón: un abrazo es raro si no encontramos los brazos que lo dan; es fácil enviar besos y abrazos en un mensaje escrito, pero, aunque se agradece y se alegra el alma... ¡qué raro no sentir el tacto!.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Es eso niña, de eso justamente habla el poema !que raro no sentir el tacto! muchas gracias por la visita, un beso.
EliminarMe resulta un poema bien logrado, amigo. Muy bien!
ResponderEliminarAbrazos
Gracias amigo
EliminarQué bonito poema amigo. Un besote muy grande
ResponderEliminarMuchas gracias Marina por estar siempre, un abrazo.
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