Una gaviota es degollada
en las cuerdas de su arpa
sangre y dulzura
se derrite la muerte en el oído
en mi oído
entre mis piernas
una gaviota es degollada
sin avisos fúnebres
entre notas tembladas en las manos de Dios
una gaviota es degollada
se estremece, se resiste
a la muerte y al silencio
cuando la oscuridad te mira cerrando los ojos
la gaviota extiende sus alas
alas tan inertes ya como tu caricia
sin piel, sin un cielo donde volar
compungidos pinchazos del alma
rojo furia
plenos de luz y brillo
la sangre brilla más dos relámpagos antes de la muerte
la gaviota se estremece
entre nuestros cuerpos de música y miel
y del pico se cae tu nombre
y cual arrebato marcial los funerales del alma
se hacen requiem
y tus ojos los arpegios finales de mi ser.
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