pero tu espalda desnuda gimió estremeciendo el sueño y la noche
un día un señor tembló de miedo
y "en el medio" se paró
pero no vio que "en el medio" no existe
que no tenemos medio
que somos cuerpo y dolor
grito largo de angustias viejas
que somos alegría y sudor
sueños erectos, emplazados, encastrados
libres de toda religión
un día un señor se enojó
como se enojan los señores
con olor a mierda, a mentiras, a pavor
pero tus dedos gritan mi rostro
y mi ausencia tu sabor
un día un señor te rompió la voz
pero tu piel dice mañana
tus muslos aúllan arañados por mis ganas
y es tu sexo y mi imaginación
lo que lo angustia a ese señor
un día un señor te rompió la voz
pero nosotros que no somos ni señores ni día
la besamos en el sexo a la noche
y así
abierta de piernas
abierta de piernas
esta nos cubre a los dos.
Feliz de haber leído su buen escrito.
ResponderEliminarMuchas gracias Luen, el agradecido soy yo por que lo hayas leído, un abrazo.
EliminarEs un poema lleno de pasión. Me encantó.
ResponderEliminarMuchas gracias Marian, un abrazo.
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