Un todo circular,
tu voz de calma
tu cielo ajeno
y un puñado de luces viajeras
que vienen de allá
y abrigan mi impiadosa desnudez
sufriente,
de una memoria largamente sufrida
memoria de tiempos ancestrales
que impregnan de hoy mi vida,
que pide a gritos
que rasguña viejas paredes
que te mira ser luz,
luces viajeras,
peregrinas que hacen de la noche
la centellante cura anhelada
y otra vez empezar
en viejos lazos de Moevius
y en un todo circular.