A contramano del dolor, vino anoche tu imagen
a decirme que también el mañana necesita
el hambre que cobija el pan de tus silencios.
A contramano del dolor, vino anoche el frío
que se acurruco en mi cama terriblemente acongojado
por los latidos que no mintió tu corazón.
A contramano del dolor, vinieron anoche los diálogos
en donde discutimos la revolución y como cocinar los calamares.
A contramano del dolor, vino anoche una canción
que de tanto ser canción pensó sacarse el camisón
y desnudarse de vos.
A contramano del dolor, vino anoche tu calor y
me agarró la mano y se acarició tu sexo.
A contramano del dolor, vino anoche tu sonrisa y entre
carcajada y carcajada me arrebató el mal humor.
A contramano del dolor, vinieron anoche tus labios
y tejieron fábulas en mi pecho.
A contramano del dolor, llego la mañana
y el día iluminó la ilusión e irremediablemente
otra vez el dolor.