Mirame por última vez
el recuerdo aja la piel de los adioses
y la miente y la reseca
y no es tu piel ni mi piel
es solo un puñado de aullidos
desparramados entre tu noche
y mi abismo.
Mirame por última vez
con la insolencia insubordinando tu pelo
que intenta amanecer de rojo y cielo tu almohada.
Mirame por última vez
mirame
no digas que no, con las uñas pintadas de hoy
y la ropa tirada a un costado.
Mirame
desnudo y en la penumbra de un llanto
un llanto sin luna y sin vos
y mientras tanto
es tu risa lejana la que se filtra
la que gotea y gotea
y calla tu mirada.
Mirame por última vez
aunque después
sólo quede salir, emborracharse
o decirle al mundo que no.