domingo, 3 de marzo de 2013

Cuántas




Cuántas poesías se pergeñaron en noches como estas,

cuántas melancolías fueron a ser frazadas

de tu cuerpo hambriento de calor,

cuántos gatos se habrán maullado

como maúlla el mío a la ventana cerrada de vos.

A tus gobiernos de azúcar y preguntas,

a tus glorias de papel de diario,

cuántas ventanas se cerraron una mañana de enero,

cuántos bandoneones musicalizaron tus pechos desnudos

en noches como éstas , llenas de luna y sudor,

noches que recién ahora se saben noche,

al darse cuenta como era tu luz,

noches que se guarda bajo la manga

una sonrisa tuya y otra parecida a vos,

cuatro canciones y los diálogos mezclados

del ultimo libro que soñaste ayer

corren ansiosos por las habitaciones que imaginaste

desnuda en mi habitación,

desnuda de cielo y papel maché,

con una carcajada dibujada con

membrillo en el medio de la panza y

un ángel solitario volando en tu sexo.

Cuántas persianas se violaron una noche como esta

malgastada de tanto gastarse en recuerdos,

la noche creció hasta casi hacerse vieja y

la ciudad trajo a mis ojos su desnuda luz de amanecer.


4 comentarios:

  1. Hermosa evocación. Qué cosa con los amaneceres.

    Saludos.

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    1. es que el amanecer tiene la manía de visitarme y como no sé cuando va a dejar de hacerlo, tengo la manía de evocarlo jaja, muchas gracias niña, besos

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  2. Por suerte que siempre esta el amanecer!!! muy bonito!! un abrazo

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