jueves, 21 de marzo de 2013

Sacrificio



Desdeñado por su propio yo

no se arremangaba las ilusiones

para cruzar su río,

no se sentía capaz de ser él

quién venciera los azares de su cuello

y los encarcelara en sus sueños,

o cual boticario melancólico

los hiciera frasquitos de tenue color.

La duda era en su pecho cada vez mas duda,

su cintura se ajustaba a todos los talles de su mente

y dos rincones despiadados de insolencia

se desmayaban sintiendo las alucinaciones de su piel

entregando el destino y su memoria.

Hacía de la tarde un purgatorio

hasta que la noche llegaba y recogía los pedazos

que cuidadosamente ella

había dispuesto de dos en dos

en la antesala del ayer.


2 comentarios:

  1. Duro dejarnos llevar por la corriente de ese rio que no sabemos donde va y mirar para atras y ver la orilla segura aunque ya muerta en nuestra carne y tener miedo de seguir adelante...
    Precioso querido amigo poeta, un placer venir a leerte.Bss

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    1. Muchas gracias, son mas lindos tus comentarios que mis poesías jajaj, te dejo un beso

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