En noches insomnes y negras como yo
la letanía
una por una, y de nuevo una por una
libros desmembrados
filas de ayeres harapientos muertos de frío
y un silencio de vos y que silencio
que velocidad tiene el alma para decir todo
y parir las vergüenzas que atornillo en la pared
todavía latiendo de rojo,
en noche insomnes y negras como yo
me devora tu ausencia
tu pecado de no ser
tus labios que sangran nombres y hombres
y recuento y vuelvo a contar
y la suma de siempre, siempre da igual
los latidos del cielo no hacen el tiempo
son el tiempo diciendo que no
diciendo las alegrías que soñaste
como la pared se abrazó a tus ojos
a tu nuca, a todas las sillas del living
en noches insomnes y negras como yo
me sé morir de espalda o boca abajo
o a veces me muero recitando a Martí
o los "heraldos negros" de Vallejos
pero las peores noches son las que no muero
ni de mí ni de vos
las que vivo y sabiendo que no.
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