De piel y alma se hizo la mañana
y tengo mañanas
mañanas con tu olor, semidesnudas
las piernas heredarán el peso de mi vida
y tengo piernas
cansadas, herrumbrosas,
hay un cielo que es mío desde el aire que me oprime
tan mío que me respira los días y las ganas
y tengo un cielo
el ronronear del pecho imita a los gatos hambrientos de noche
que intentan seducir tus sueños
y tengo corazón
venís, decís noche y te digo amor
decís pleno y te lleno de mí
decís silencio y ya no tengo palabras.
De piel y alma están hechos tus versos, y en ese silencio también me dejas sin palabras. Un abrazo, Rubén.
ResponderEliminarMuchas gracias Alfredo, siempre tan generoso, un abrazo.
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